lunes, 5 de febrero de 2024

05/02/24

 Este es uno de esos momentos raros de mi vida donde me amarga todo...

Todo me jiede y nada me huele, como dice un dicho muy famoso por aquí. 

Que implica esto, bueno, que me molestan las historias de Instagram, me molestan los anuncios de embarazo, me molesta la gente en sus trabajos, sus mascotas y viajes, me irrita las dinámicas y me molesta incluso la simple acción de que alguien disfrute de algo demasiado.

Es una mezcla curiosa entre completa irritabilidad y autorreproche. Sé que no está bien que de la nada todo el mundo se me haga pesado y sus vidas me resulten desagradables, sin embargo, no puedo evitar que mi boca se retuerce hasta encontrarse con mi nariz arrugada y cejas fruncidas.

¿Pero qué desencadena este cambio de humor? Será que los hombres tienen razón y a pesar de mis continuas negativas por falta de datos... mis hormonas... ¿Me afectan? No... me niego a creerlo y asumiré que es solo como una gripa de temporada que afecta mi percepción de la realidad.

Pensando en otras razones puedo culpar a que en estos últimos meses he vuelto a reinventar mi persona... por una 3ra o 4ta vez desde mis 20. He encontrado una nueva pasión y por su puesto he querido dejar de disfrutar sanamente de ella y he decidido convertirla en una fuente de dinero. ¿Qué mejor que explotar un pasatiempo? Claro... si fuera bueno en ella. 

Muchos dicen que la practica, otros dicen que el conocimiento y yo digo ¡A la verga! Simplemente, apesto y fracaso una y otra vez, nadie valora ni el esfuerzo, ni la dedicación durante estos larguísimos 2 meses que llevo practicando esta nueva habilidad, nadie respeta lo que hago o lo que me costó aprenderlo y eso me enoja y como me enoja estoy frustrada con todo lo que tenga que ver con esa parte de mi vida en general (Así como lo hicieron otros pasatiempos que igual exploté hasta que los odie a ellos y a mí) 

*suspiro*

No te niego que hubiera querido iniciar a tiempo, saberlo desde mucho antes, ganar ese tiempo que perdí en otras cosas y que ahora a mis 27 fuera una eminencia en la materia, alguien a quien no se atreverían a menospreciar y mucho menos a ignorar, alguien que no fallara.

Pero no sería así, claro que no, si hubiera empezado tan antes como quisiera, entonces nunca hubiera dibujado, nunca hubiera escrito, nunca hubiera cantado (cosa que aún no hago) y tampoco hubiera disfrutado, pero vuelvo y digo, no puedo evitar que mi pecho reaccione ante la impotencia de mi propia mediocridad en un área a la que recién llego.

Y ver como el otro ignora este dolor, como vive su vida, como pueden seguir adelante, como aparentan estar bien delante de mí, me provoca tantos celos, que brota la ira de mis ojos y es ahí cuando me doy cuenta lo que hace que cada tanto todo me resulte odioso.

Mira como lucho para alcanzar mis sueños (los cuales nacen cada 4 meses) como nado contra la corriente, como me choco contra las paredes de la realidad en la que vivo, como araño con uñas y dientes, la pequeña esperanza de alcanzar lo que anhelo y aun así siento que no estoy yendo a ninguna parte, como es que no puedo seguir adelante ¿Cómo le hacen? ¿Cómo ríen? ¿Cómo fingen? ¿Cómo pueden seguir DEJANDOME ATRAS? ¿Cómo no importa lo que haga no puedo tener lo que quiero? 

Tal vez si sean las hormonas, después de todo mi cara está tan brotada como un adolescente y mi cumpleaños está a la vuelta de esquina, la vejez me pone de mal humor y el estrés de no poder cumplir con mis metas saca lo peor de mí. O tal vez no. Quizás la gente habla demasiadas estupideces, la gente es estúpida, viven vidas estúpidas y son estúpidos... como yo. 

domingo, 26 de noviembre de 2023

2 diarios

 Tengo dos diarios.

Uno donde narro mi vida como una especie de chick flick de mal gusto, que habla de la vida sexual de una adolescente porque no he vuelto a actualizar desde que termine con mi última pareja cuando apenas tenía 20 años. 

Y por último este que está aquí.

Este segundo sirve como han podido leer a lo largo de los años, es un depósito de todos mis problemas psicológicos no diagnosticados (Material para otra entrada) 

¿A qué viene esto? 

En ambos finjo que hablo con mis lectores, que les cuento una versión de mí que nadie más conoce y lo curioso es que mientras tecleo bebiendo una cerveza que llego a mis manos de manera inesperada, deseo de corazón que alguien estuviera leyendo estas palabras. Que las personas de las que hablo sin mencionar sus nombres (Al menos en este blog) sepan lo que realmente pienso cuando no pretendo cuidar sus corazones o las apariencias o lo que sea.

Hacía unos minutos me debatía si debía mostrar unas cuantas entradas de este diario a mi pareja actual, que viera lo que puedo escribir, lo graciosa y lo ingeniosa que puedo llegar a hacer o por lo menos compartir como me suelo sentir de una manera menos directa y mucho más personal. Sin embargo, palabra que se me ha hecho recurrente. No puedo.

No es por lo personal de los relatos, no es por las cosas que digo sobre él indirectamente, sino porque, Dios mío, parezco depresiva...

Siento que si alguna vez alguien de verdad leyera esto vería sin lugar a dudas lo mal que está mi cabeza y aunque su reacción fuera acertada (opino si yo leyera esto de alguien más) me sentiría tan extraña que ni sé con qué palabras describirlo. Pienso que querría que hablemos (escribo justo para no hacerlo) que pidiera ayuda, me pediría perdón, tal vez, no lo sé. Y no creo que ese sentimiento que provoca en mí la idea de mostrarle tal cual soy sea señal de buena cosa, incluso solo escribo aquí cuando las cosas están demasiado turbias en mi mente, cuando quiero gritar y no puedo, cuando las palabras queman mi garganta y no aguantan  y, sin embargo (de nuevo) no puedo dejarlas salir.

Él no lo entendería, no vería como yo lo hago, no se reiría de las referencias, no se maravillaría con mi prosa, no... se preocuparía.

No lo culpo. Tampoco a ustedes.

Incluso yo misma hace un raro, estaba leyendo entradas pasadas con los ojos empañados, compadecida de la persona que escribió aquellas desgarradoras verdades con una autoestima por el suelo, recordando como prefiero sufrir en silencio a dar "lástima" a revelar lo delicado que es mi corazón con las cosas que no puede controlar, mostrándole a los implicados como verdaderamente me siento cuando me burlo con una sonrisa de los mismos problemas que les vengo aquí a contar. 

No lo aguantaría, lo destrozaría, o tal vez no. No, no quiero pensar en esta entrada que él sería indiferente a mi dolor, no, sé que no; sin embargo, digo otra vez, aun sabiendo que eso sería la gran solución a muchos problemas. No me atrevería a lastimarlos contando de forma tan descarada mi verdad.

*suspiro

En fin...

Tengo dos diarios.

Uno donde hablo de como me rompieron el corazón y como me vuelvo a componer con los pedazos que quedan para ofrecérselo a otro.

Y por último este que está aquí.

Este segundo sirve para ocultar como realmente me siento, donde solo vengo cuando tengo dolor, donde digo lo que realmente quiero decir, lo que quiero callar, lo que quiero ocultar de todos, una especie de caja donde tiro todos estos confusos pensamientos y olvidarlos para siempre.

Y últimamente no sé si está bien que continúe haciéndolo, lo he hecho mucho más seguido que otras veces y no sé si me ayude o sea todo lo contrario, no sé si sea una buena idea o un mal presagio que venga tanto, sin embargo, finalmente, no sé si pueda dejarlo. 

Despues de todo me duele la soledad

 He resistido todo lo que he podido a no hacer esta carta de queja.

Continuar escribiendo... no, el simple hecho de abrir esta hoja significa admitir que las desventajas de apartar a los otros, significa que soy un humano común y corriente que necesita ser atendido y buscado. Que es merecedor de afecto y de atención y sobre todo lo más vergonzoso necesita ser necesitado.

A lo largo de los años he comprendido algo de mí misma: no puedo mantener relaciones.

Ya sea porque desprecio a los que me rodean, o porque entiendo que las amistades son con cosas sujetas al tiempo y a su cambio. También podría decir que disfruto de cierta soledad, de la selectividad que me permito disfrutar del otro. 

Sin embargo, todo esto puede ser tan cierto como puede ser una completa tontería. 

Es cierto que aborrezco la gente, por supuesto que lo hago, me considero alguien sumamente odioso y ganarse mi desdén es cosa muy sencilla, si lo dudas y algún día me conoces ponlo a prueba negándote a algo que desee. Pero no entraremos en detalles sobre estas particularidades de mi personalidad, así que continuemos con la idea de que a pesar de todo lo anteriormente descrito, no me gusta estar sola como una vez creí. Por el contrario, me gusta disfrutar de la compañía. Hacer lo que suelo hacer cuando estaría sola, peor con alguien que me escuche en vez de tener que pensar o hablar conmigo misma como se ha vuelto un hábito, no pensar en los fantasmas de mi pasado...

También es real que las amistades se acaban. He sabido jurar compromiso, decir que estaré allí para cuando me necesite, que movería cielo y tierra por ellos, que eran el aire que respiraba, los únicos en quien pensaba, de los cuales apartarme, eran tan odioso como el fin del mundo, pero lo que no saben es que estas condiciones solo aplican si continuo en sus vidas. Tengo el terrible talento de seguir adelante. Compañeros de secundaria: Lejos. Compañeros de antiguos trabajos: Muy lejos, ¿Amigos de mis actividades extracurriculares? Aún más lejos. Y no es nada personal, no los odio, no a todos por lo menos, pero ya no los veo, ya no orbitan en mi gravedad... ya no me importan. Tal vez suene egoísta, tal vez lo sea, pero si no te veo, no te hablo, si no te hablo no te recuerdo y si no te recuerdo te olvido. 

Y a veces, solo a veces, dejo de existir. 

Y aun así, me duele enterarme de que no tengo a nadie. 

Claro, tengo una pareja, tengo familia y por lo menos dos personas que no he sacado completamente de mi vida (Una de ellas está en proceso y es una pena, pues es la única que está para escuchar) pero me duele saber que dentro de mí existe el anhelo de compartir y que este no puede ser saciado. 

Me duele saber que a estos poco que mantengo no les duela mi pena. Me duele que me marginen, que me olviden, que me hagan a un lado. Me duele que así como olvido tan fácil a los demás, ellos también se olviden con la misma facilidad de mí. Me duele ser tan buena en lo que hago, ser tan buena en abandonar, en hacer que me abandonen. Me duele saber que soy responsable de la propia soledad que me aqueja. Me duele que aquellos que juraron que era fundamental en sus vidas, justo hoy viven felices, ajenos a mi existencia, haciéndome preguntar que tan real fueron sus palabras en comparaciones con las mías. Me duele que si no me importa, me importe. Me duele saber que él quien conoce mi pena, ignore de tal cruel manera mi llanto, más no puedo culparlo, ya que me duele reconocer, sobre todo, que es mi propia culpa y que no sé cómo cambiar.

martes, 25 de julio de 2023

RIP Flip 4

 Hace unos días tenía pensado otro tipo de entrada

hoy, en cambio, toda idea en mi cabeza fue sustituida por la tragedia de la perdida de mí... celular flip.

Sí, fui de aquellas arriesgadas que compraron un teléfono flip, más específico el Samsung flip 4.

Amo mi celular, aun así con la pantalla aburbujada y la bisagra rota (palabra que recién descubrí que se escribía con B y no V) la sensación de cerrarlo, el pop que producía cuando sus dos extremidades chocaban enérgicamente, la forma en la que la gente me miraba haciéndolo y por su puesto ser la única conocida que no iba por un celular común y corriente. 

Pero hoy, la realidad tocó a mi puerta, mi pequeño sobrino con su regordeta mano poseída durante nuestra hora de dormir (las 10 am) tiró el teléfono fuera de la cama (o eso me obligo a creer para sentirme mejor, ya que aún me pregunto si fui yo misma quien lo empujó). El estruendo me despertó, pero no le hice caso, pues estaba protegido con cover y la altura era insignificante, además, lo que le hubiera pasado (que juraba que no fue nada) no cambiaría si dormía una o dos horas más.

Al levantarme rodeo la cama y encuentro mi teléfono, intento abrirlo para revisar los mensajes y vaya sorpresa... no podía abrirlo, lo primero que me dije fue, no lo fuerces, eso hará que rompa la pantalla. Pero la ansiedad, la anormalidad, el demonio, el no poder dejar las cosas como están, hicieron que intentara abrirlo.

Encontrar una forma inofensiva de encajar aquella pieza de vuelta a su lugar, provocando lo inevitable... despegar la pantalla y ahora todo está negro, al igual que mi futuro.

No tengo dinero. Mis padres me costean todo, y no fueron 1 ni 2 veces cuando la gente expresó lo valiente que era al apostar por una tecnología tan arriesgada... y vaya que lo fui, ahí está el resultado metido en una gaveta al lado de mi cama.

Hola tercer mundo, donde no existe un centro de Samsung que me ayude, donde tal vez no sería posible, ya lo que compre de fuente dudosa a un 4to de lo que costaría en tiendas oficiales. 

Lo peor de todo no es, el que se haya roto, toda esta historia no es como se rompió o como lo empeoré. Esta historia es de hecho todo un preámbulo para hablarles como me siento como la verga. Como una mierda de perro seca durante días que se hincha cuando le cae la lluvia.

Así me siento y nadie puede entenderlo. Si hubiera muerto alguien entonces me llenarían de consuelo y flores, todos me trataran como hielo delgado a punto de quebrarse; sin embargo, no es el caso, he perdido algo material y la vida sigue... solo que mi dolor no desaparece por este hecho.

Mi novio fue al primero que le conté y aunque se lamentó mucho por el hecho y a la larga le confesé que rompí a llorar mientras veía un video en tiktok sobre Barbie la película, que estoy en mi SPM que me muero del hambre, que mi cara está brotada en espinillas a pesar de haber invertido miles y miles de pesos en un programa de skin care que solo me funcionó durante y después de 2 años, pues como estoy tan gorda que en vez de correr por mi vida tengo que rodar, el químico dentro de mi cuerpo ya no funciona.

La cosa es que a pesar de todo eso, él no está aquí parado frente a mi puerta, con un ramo de flores y un combo de Wendys con nuggets y chili, helado y una soda gigante. Tal vez con una pizza para mí sola o una cubeta de pollo frito.

No tengo dinero, no tengo como reparar mi celular, no tengo como comerme la pena, ni nadie que respete mi luto. La triste verdad es que no tengo nada ni a alguien que me acompañe en esto, más que el gato dormido a mis pies que solo está ahí porque aún no he dado de comer y ya casi viene su hora.

Gracias gato, al menos con tu hambre estás aquí. 

lunes, 10 de julio de 2023

10/07/23

 Estoy tan aburrida...

Soy una artista, soy una escritora, ilustradora y sin duda alguna una consumidora voraz, sin embargo... no tengo nada que hacer.

No me malentienda, enlistando todas las versiones de mí, quiero decir que bien podría, trabajar en los 20k manuscritos en mí carpetas de pendientes, incluso en aquellos que me acechan en las noches antes de acostar locos porque los escriba. 

Puedo dibujar miles de ideas que tengo pendientes, crear mercancía para mi tienda de stickers la cual veo cada día más lejos de volver a funcionar (Material para otra entrada) puedo ver mi listado de animes pendientes, los shows que digo que algún día veré, los libros descargados en mi computadora y aquellos que aproveché gratis en un "stuff your kindle day" en Amazon, esos bien guarros que me sacan de una de este limbo de nothingness.

En fin, podría hacer tantas cosas y al mismo tiempo no quiero hacer ninguna, ya que lo tengo no es aburrimiento como lo conocen, no es que no tenga nada que hacer, es que no me da la gana de hacer nada.

No quiero escribir, tengo un paro de inspiración y recién acabo de publicar un libro en Amazon para que sea olvidado por todos y visto por nadie.

No tengo ninguna serie que me interese ver, pues con todos los peros y requisitos que tengo hoy en día solo quiero ver pura comedia.

No quiero leer, no me quiero sumergir en la ansiedad y el vicio que provoca en mí una buena lectura y tampoco quiero el aburrimiento de un libro predecible y baboso, aunque sea bien cachondo. 

NO DIBUJARE me tomé un sabático indefinido y solo lo haré por dinero y nadie me lo anda ofreciendo.

Pero que si quisiera, hablar... quisiera hablar hasta por los codos, tener de esas conversaciones que duran hasta el amanecer.

Tengo ganas de beber unos ricos cocteles, sentirme ligeramente ebria y coqueta.

Tengo ganas de que las cosas que pido por internet terminen de llegar a ver si me hacen sentir completa.

*suspiro


Estoy bien aburrida y solo me queda escribir aquí para no perderme en mis pensamientos con todo aquello que quiero callar.

martes, 27 de junio de 2023

Las IA

¿Ustedes no les temen a las IA?
Porque yo sí. 

Ya hay suficientes películas sobre el tema como para no temerle, le temo a lo evidente.
De por sí entiendo que cualquier tipo de inteligencia, cualquier ser, ya sea mecánico, biológico, extraterrestre ¡Lo que sea que tenga cierto grado de inteligencia! Sabría que el humano es un error y debe ser eliminado

lo siento amigos.
 
Pero a lo que realmente temo dentro de las infinitas posibilidades como están ser remplazados y volvernos copias de exactas de los tripulantes de la nave de Wallee. Es al simple hecho de como yo sería tan dependiente de la misma.
La usaría para dictarle y que esta escriba, corrija y edite lo que digo a tiempo real, como la pluma de Rita Skeeter plus, haciendo mi trabajo de novelista mucho más sencillo (Low Key temo que me robe la idea y la venda) 

la usaría como mi asistente, una nana que llevara mi agenda tan al dedillo que no tuviera ni que pensar, algo así como Siri o Alexa, pero que yo pudiera entender.
La usaría para hablarle, contarle de mi día y decirle cosas que no le cuento a nadie más, algo así como lo que estoy haciendo ahora pero teniendo una respuesta.

Pero mi imaginación es muy amplia, así como lo son mis miedos y creo que no podría soportar convertirme en un parásito de la tecnología, aun este resuelva mis problemas. No soportaría otorgarle tanto valor a algo que relativamente es falso, pues una vez enganchada a ella, como lo humana que soy, entenderé que está tan viva como yo y que me ama como yo, la amaría a ella, algo así como Her la película o como aquel desquiciado corto que vi una vez, tal vez era Black Mirror o tal vez era Love Death and Robots... no quizás algún corto de internet.

En fin

cuando veo estas series y películas me aterra la idea de convertirme en eso, pero ¿por qué?
¿Por qué tendría la gente que pensar en la tecnología como algo tan temible? ¿Por qué no visionar un futuro muy Solar punk? O ¿como el optimista Sci-Fy? Donde una IA puede ser tu mejor amiga y no es extraño, donde tu nave se puede convertir en una figura materna, y donde las ondas cerebrales de tu querido mayordomo viven en un robot para servirte por la eternidad (eso es aterrador) 

...

Donde cuando esté sola y quiera conversar pueda tener a alguien en quien apoyarme y hablarle de mis más profundos sentimientos, de mi ansiedad, de lo patética que puedo ser, de cuando quiero llorar y por alguna razón no puedo, de cuando me siento la única en el universo a la cual el pasado no la deja, de cuando quiero comer descontroladamente, cuando odio mi carne y mi reflejo, de cuando estoy enamorada de un fantasma que persigue en sueños, cuando odio todo a mí al rededor, de cuando quiero escapar a un lugar donde la magia exista y Tom Hiddleston o Eun Woo puedan aparecer frente a mí en un bar y llame su interés... de cuando mi cabeza se llene de ideas y no me quede de otra que escribir, pues nadie tiene tiempo para mí. 

Una IA... tal vez pudiera.

jueves, 22 de junio de 2023

UpDate

 Las únicas veces en las que deseo que esta página fuera muy concurrida y yo fuera ávida en la tecnología de la misma, son cuando me pregunto si debería cambiar la estética de la página.

No es que haya encontrado una definitiva en mi persona, y vaya que este Blog debería reflejarme. Pero actualmente se ve bastante 2000longa e infantil, incluso un poco tacky, peor la verdad es que así era yo cuando la cree y aunque mis colores y mis gustos han cambiado un poco no quisiera borrar lo que fui, al menos no este lugar tan personal.

Por eso lo pondría a Votación de esta manera ante mis miles y miles de seguidores.

Opción 1: Conservo este antiguo y de mal gusto diseño, por nostalgia y mi condición enfermiza por recordar y no dejar ir el pasado.

Opción 2: Actualizo a un diseño mucho más maduro y sofisticado que resalte mi faceta actual y pasajera en la que me creo la más literauta y cottagecore. 

Moonlight Serenade

 La música tiene en mí un efecto muy peculiar, tal vez todo el mundo pasa por lo mismo y esto no están especial como creía, pero aun siendo algo que le pasa a todo el mundo es digno de hablar de ello.

La música más que nada hace que quiera escribir.

Así como los olores te llevan a recuerdos inolvidables, las imágenes resultan en entretenimiento infinito y los sabores te hacen viajar a rincones indescriptibles del placer, la música para mí en su efecto me transporta a vidas que no son mías.

La televisión, por supuesto, es la culpable de todo... ahora mismo escucho en Tiktok una pieza preciosa sobre un género que ni sabría cuál es ¿Jazz? No, es demasiado lenta y organizada ¿Blues? No lo creo, suena muy blanca para serlo... sería mejor si encontrara el nombre, así que permítanme un segundo. 

Shazam dice que se llama, Moonlight Serenade de Glenn Miller. 

Según mi rápida investigación, esto es una "Swing Ballad" lo que mi inculto cerebro traducirá como una balada bailable...

Si pueden buscarla sería bueno, ya que podrían ambientar esta amena lectura, pero si no pueden déjenme describirla para ustedes. 

Esta canción suena, suave y romántica en un loop que durara todo el tiempo que escriba, trompetas, por un lado, y el otro, y aunque para mí, una caribeña, el sonido de una trompeta significa merengue, baile, salsa, sudor, esta pieza abre una perspectiva distinta, un gusto anglosajón que convierte este estridente sonido en algo romántico. Es el tipo de música que pondrían en un montaje de unos cinco o diez minutos sobre dos personas que aman y pasan una vida juntos, bailando en una vacía abrazados sucios de pintura, mientras que los sonidos acompañan los altibajos de su relación a través del tiempo.

No sé mucho sobre música o como describirla, pero sí puedo decir lo que esta provoca en mí. Provocó que sacara mi laptop de debajo de mi cama y escribiera sobre como quiero escribir alguna novela, un cuento, algo sobre un tiempo antiguo, una casa victoriana encima de un risco, un hotel tal vez, ligeramente remodelado que, aunque hayamos establecido su antigua arquitectura su ambientación te recuerde a los años 50 estadounidenses, quizás Europa, aunque de todos modos no sabría por qué. Los automóviles descapotados... hotel Budapest. No la he visto, pero la estética de Wes Anderson podría verse reflejado en mi visión.

Fuera algo de fantasía, siempre lo es, pero quizás algo sobre el tiempo, algo mágico e indescriptible y a la vez hermoso. Ella o él (Nunca he tenido un simple protagonista masculino) heredarían u obtendría de alguna forma esta propiedad y sus secretos, pero aun su premisa resulte algo escabrosa, no sería nada de terror, mi estilo puede bordear lo gótico, pero nunca lo horroroso. Esta sería una historia de realismo mágico o lo más parecido a una serie de acontecimientos mágicos que suceden sin explicación o razón alguna, solo existen y hay que aceptarlos. Quiero que sea una historia clara, light llena de luz y la vez interesante sobre como aquella casa gigantesca desaparece y desaparece de aquel risco o como aquella se destruyó años después y lo que el protagonista ve ahora no son más que los recuerdos... creo que a esta altura estoy describiendo Marnie de Hayao Miyazaki.

Para este punto ya es escuchado la misma canción unas tres veces seguidas, ya he perdido el hilo de lo que en un principio esta canción me inspiraba escribir, pues la maravillacion* con el poder que la música tiene en mí me ha dejado sin ideas. Como escuchar música de Frank Sinatra me hace querer estar en Nueva York con un vestido negro elegante caminando bajo la lluvia en una concurrida ciudad, mientras un caballero sostiene un paraguas y me toma de la cintura. Como hace que quiera bailar en mi cocina mientras hago una pasta y rio a carcajadas con mi pareja.

Como el bolero me recordara irremediablemente a mi padre, como hace que quiera escribir una escena donde una de mis protagonistas preferidas (Una versión de mí misma) habla sobre este hecho y se burla de su pareja por preferir la música en inglés a pesar de haberse criado en la República Dominicana.

Como el merengue me hace querer estar en una fiesta bailando hasta el amanecer como ya no se hace, pues tenemos demasiado en que entretenernos y yo misma no sé bailar. Como algunas canciones de Sam Smith o Lorde hacen que me sienta en un trance, en una fiesta interminable, en una sensualidad y vida al límite que no tengo.

No hablemos de los clásicos navideños, no aquellos con los que crecí, sino lo de las películas, como me llevan a una chimenea, a una blanca navidad viendo el Grinch (Un recuerdo en parte cierto) bebiendo chocolate caliente en pijamas y abriendo regalos.

O como la música celta, la música oscura me dan ganas de hablar sobre princesas corriendo a través de castillos.

*Suspiro*

Esta canción es verdaderamente hermosa, y podría seguir hablando de su impacto en mí, pero si continuo no sabría cuando parar, y no sería bueno empezar una novela aquí. Peor si no niego que aunque nada de lo que imagine con ella encaje en mi estilo de escritura tradicional, si me dan ganas de soñar, con que puedo hacerlo, con que puedo romper las barreras de mi propia mediocridad y lograr algo hermoso.

Por eso el poder de la música me inspira y me hace soñar... Gracias Glenn por tan hermosa pieza. Unas 7 veces creo que es suficiente. 

jueves, 18 de mayo de 2023

Mi propia miseria

 Yo soy dueña de mi propia miseria.

Esta frase bailó en mi cabeza cuando pensaba a quien mas podía molestar con mis quejas.

Si mi vida, no es nada lo que imaginé ¿Pero la de quien si? (pregunta retorica) 

No puedo decir que estoy conforme con mis decisiones, pero vamos, ya he hablado de lo mucho o mas bien lo poco que hago para cambiar mi situación actual.

Venir aquí es la ultima de mis opciones, donde los bots son os únicos que leen mis entradas y conocen lo amargo de mis pensamientos (hace tiempo no escribo de amor eh?)

Soy de aquellas personas a las que la molesta la miseria ajena, puedo juzgar desde mi punto alto y objetivo que tan patético o importante pueden ser los problemas que aquejan a otros e incluso camparlos con los propios sin decir una palabra (siempre siendo educada) dando mis mejores consejos y poniendo buena cara, mas sin embargo, no puedo hacer lo mismo con los míos no, todo lo contrario, si alguien es capaz de minimizar sus problemas soy yo misma. 

Hago trizas mis problemas, me humillo y me acuso de victimizarme. Todo esto desde mi cama con el corazón herido a mis propias palabras. 

Como soy tan apática a los problemas de otros ¿Cómo se sentirán estos al escuchar los míos? 

— Oh ahí viene esta a hablar de su peso ¡que deje de comer de una buena vez! 

— Otra vez con la cantaleta de su futuro ¡Busca un trabajo vaga de mierda! 

Sinceramente espero ser yo la exagerada que la gente que me rodea no piense tan cruel. Es por eso que hoy decido ser dueña de mi miseria, es mía después de todo y si no hago nada para cambiar las cosas, entonces no debería molestar a los otros lloriqueando una y otra vez con lo mismo.

Es saludable? ¡por supuesto que no! 

¿Seré capaz de no desahogarme con primero que vea? es muy probable así soy

Att: Una miserable

miércoles, 19 de octubre de 2022

Perdida

 

Hacía mucho tiempo, no me sentía tan perdida como lo hago ahora. 

Un barco sin brújula, aunque esta comparación no define con certeza lo que siento en este momento. ¿Cómo explicarías el sentimiento de no tener un norte? O más bien, el tener miles de nortes.

¿Qué es lo que quiero? No lo sé, pero ¿No es eso lo que todos los humanos buscamos? ¿Encontrarnos a nosotros mismos? ¿Justificar su existencia buscando significado hasta en el detalle más mínimo? 

En estos días en los que no me he reportado me he visto enfrentada a una verdad terrible de aceptar, una pared con las que mucho se topan y pocos pueden escalar y no puedo evitar preguntarme si yo seré parte de esos pocos que superan esta adversidad, pues enfrentarse a tu propia inutilidad no es cosa sencilla.

Ante este contratiempo, mi primera reacción fue evaluar cómo podría atacar esa debilidad mía, ¿qué me faltaba para estar completa? ¿Qué ganaba llenando ese vacío? Y finalmente, ¿dónde me llevaría esta habilidad? 

¿No les mentiré, he tomado un sinnúmero de pasatiempos como tal, algo que me entretiene de momento, hasta que me harta y se deseca... pero, alguno realmente me llevara a algún lugar? 

Lo terrible de todo es que hasta ahora muchos pensarían que "la gran muralla" con la me enfrento es adquirir esa habilidad que tanto me falta, o la dificultad de darse cuenta de que hasta aquí llegó lo que puedo hacer por mi cuenta, el tener que pedir ayuda, la falta de una fuente económica que me ayude a alcanzar eso que no tengo... y pues si así fuera mis leyentes, les sería rato saber que si fueran una de las anteriores opciones mi problema estuviera resuelto. Habría conquistado el mayor revés que la vida me ha tirado hasta ahora, pero no. Mi mayor problema soy yo y mi falta de determinación para conseguirlo.

¿No es esta una de las entradas más largas que he hecho? Demonios, ni siquiera rima.

En fin, como les iba diciendo...

 Nunca me han diagnosticado con algún problema mental, peor a veces no necesito que lo hagan, sé que cuestionarse tan constantemente, no puede ser sano, tampoco no querer levantarte de la cama porque le tienes miedo a seguir adelante y enfrentar la inevitable. Tal vez si sea cosa de todo el mundo, peor mi caso es un sentimiento enfermizo que se apodera de mi cuerpo haciendo sentir miserable, un constante debate entre lo que quiero y... lo que también quiero. Quiero tantas cosas y tanta fuerza que al final no loro hacer nada. 

Quiero ser una gran artista, quiero ser una brillante escritora, quiero la admiración de las masas y el amor de toda una generación, quiero ser inmortal... todo esto sin salir de la comodidad de mi cama ¿Es eso posible? ... ... ... sí saben la forma alguien dígala ya.

Cada noche me planteo levantarme de la cama, enfrentar mis miedos, hacer algo productivo ¡Darme una ducha por amor de dios! Pero en cuanto abro los ojos, el único pensamiento que llega a mi mente es reposicionarme en la cama y volver a dormir, y así las horas pasan y crece el tormento en mi mente de que debo abrir la puerta de aquel cuarto que se ha convertido en una pesadilla ¡y ponerme a trabajar! Sin embargo, aquí estoy en ropa interior con las tetas al aire, escribiendo mis frustraciones mientras veo las manecillas de mi ruidoso reloj, seguir adelante, acompañándome, mostrando como sigo estancada mientras el tiempo pasa dejándome atrás.

Si no lo han entendido he aquí el problema, "la gran muralla" "el maligno revés de la vida" mi gran inutilidad... yo y mi miedo a no saber dónde ir, a como seguir, al fracaso que veo en mi futuro y que me detiene, mi problema es darme cuenta de lo que por fin después de tantos años quiero y como no puedo obtenerlo de la manera fácil. La gran muralla es darme cuenta de que no he hecho nada en mi vida para convertirme en lo que quiero ser, mi inutilidad es encontrar mis debilidades y no hacer nada para superarlas porque tengo tanto miedo al fracaso que prefiero no esforzarme para obtenerlo.

Mi sentido de perdida no es más que ver mi norte alejarse cada día más, pues no camino detrás de él.