sábado, 25 de junio de 2022

2022-06-22

¿ A veces no te preguntas cuando ya es suficiente? ¿Si eres la única persona que lo siente? 

Como saber cuando es el momento de respirar y detenerse, poder ver el panorama completo, olvidarse de los besos que una vez fueron y tan solo observar. 

Observar con detenimiento cada gesto, cada recuerdo. Traer de vuelta a tu memoria las veces en la te sentiste una con el cielo ¿Es eso cierto? 

Detén la memoria, mira sus ojos, examina sus movimientos ¿Es verdad? ¿Vale al pena esperar? 

Mientras más pasa el tiempo suelo hacerles esas preguntas, hurgo en lo más profundo de mis pensamientos buscando una pista, una señal que me pueda indicar si aquello que vivimos no fue solo una casualidad, una cosa cualquiera, una noche que seguro ni recuerdas ¿fue real?

Ya la sensación de tu mano sobre la mía, tu mirada aquel día, las personas que nos rodeaban, la música que sonaba al rededor ¿sentiste lo mismo? 

He vivido y he amado, he sufrido y llorado, he reído y buscado. Pero no puedo olvidar. Estas ahí, detrás de mis pensamientos, en el recóndito lugar donde se esconden los más profundos miedos y los tormentos, donde se guarda el dolor de tus tobillos al aprender a caminar. Estas ahí entre las sobras acechando mi memoria y asomándose en mis tiempos de debilidad. 

Eres como un animal al acecho. Cazando en la selva de mi cerebro, jugando con mi cordura aún cuando ya no puedo visualizar tu cara en mis recuerdos ¿Eres real? ¿Eras tu? 

¿A veces no se preguntan cuando ya es suficiente? ¿Cómo olvidar lo que uno siente? ¿Cuándo dejar ir? 

Si no eras tu quien ahí estaba, si solo a mi pertenecía aquella velada, entonces ¿Quién eres? 

¿A caso eres la soledad proyectada? ¿Una fantasía fracasada? O ¿Eres el triste remordimiento destruyendo mi conciencia? 

No se ustedes pero, ¿A veces no se preguntan cuando ya es suficiente? ¿Cómo olvidar lo que uno siente? ¿Cuándo dejar ir al fantasma remanente de lo que una vez fuiste? 

¿debería seguir esperando? 

No lo se.